RINOPLASTIA
La nariz tiene una función específica en el proceso de la respiración que debe ser mantenida o mejorada después de una intervención. Los cambios en su forma deben conservar características naturales para considerar un buen resultado.
Una nariz operada debe funcionar correctamente, ser proporcionada de acuerdo con la totalidad de la persona y específicamente con su cara, y el resultado conseguido debe ser natural, es decir, que no se aprecie que ha sido operada. Muchas veces, el paciente puede mejorar su perfil facial con la rinoplastia y efectuar al mismo tiempo un aumento de mentón, para dar una apariencia más armónica a toda la cara.
Se han efectuado numerosos estudios que han intentado establecer las proporciones ideales de belleza de una cara, cuantificando ángulos en grados y distancias en milímetros, y que han sido utilizados tanto por escultores y artistas como por cirujanos plásticos en la planificación y ejecución de las intervención quirúrgicas de nariz.
El estudio preoperatorio es muy importante en este tipo de intervenciones, tanto para identificar las anomalías anatómicas que causan el problema (desviación de tabique nasal, malposición de los cartílagos alares, etc.), como para valorar las asimetrías preexistentes y el tipo de modificación que se desea producir.
Podemos clasificar una nariz como "Primaria" , cuando nunca ha sido operada, o “Secundaria” cuando ha sufrido un traumatismo o ha sido operada anteriormente. En las narices secundarias es frecuente encontrar tejidos que pueden ser mucho más fibrosos, que son más difíciles de tratar, y que mantienen la hinchazón post-operatoria durante más tiempo.
La nariz está formada por hueso, cartílago y piel, que forman una estructura similar a un caballete en forma de pirámide; la conformación exacta de las alteraciones anatómicas sólo se pueden conocer cuando se está operando la nariz, y una pequeña modificación de uno de los componentes puede variar la forma de los otros, por lo que la intervención de rinoplastia debe ser cuidadosamente llevada a cabo, para obtener un resultado adecuado.
Una nariz puede evidenciar que ha sido operada si no está en consonancia con el resto de la cara o si presenta desproporción en alguno de sus componentes.
Dependiendo del caso, puede ser posible modificar la forma de una nariz solamente con la extirpación de pequeñas cantidades de cartílago y hueso, pero en otras ocasiones, para aumentar el tamaño de una nariz demasiado pequeña, para rellenar zonas o para dar soporte, será necesario el uso de injertos de cartílago del propio paciente, que podrán ser tomados del tabique nasal, de la oreja a través de una incisión en el pliegue, o en algunos casos de reconstrucción nasal, injertos de hueso de la costilla, de la pelvis o del cráneo. Existen varias técnicas de rinoplastia (cirugía de la nariz), que pueden ser agrupadas en dos grupos:

• La rinoplastia cerrada, en la que las incisiones se sitúan por dentro de los agujeros de la nariz (narinas) y algunas fases de la intervención se efectúan sin ver directamente las estructuras.
• La rinoplastia abierta, en la que se efectúa una incisión en la piel que separa los dos agujeros de la nariz (columela), que permite visualizar cómo se encuentran los tejidos y tratarlos bajo visión directa.

A nivel general, es posible separar la nariz por zonas, cada una de las cuales debe estar en perfecta relación con las demás:

Zona superior: el nacimiento de la nariz en el entrecejo forma el ángulo fronto-nasal, que es el ángulo que forma la frente y la nariz, y está formado por los huesos Nasales y los huesos Frontal y Maxilar Superior. Puede ser demasiado prominente (nariz griega) o demasiado hundido.
Zona Media: Está formado por los hueso Nasales, los cartílagos Triangulares y el tabique nasal. En la vista de perfil el dorso nasal es la zona más prominente de la zona media de la nariz y puede ser necesario disminuirlo o aumentarlo. En la vista de frente, la nariz puede ser demasiado ancha o demasiado estrecha, porque puede ser necesario modificarla mediante osteotomías.
Zona Inferior: la punta de la nariz está formada por los cartílagos Alares, que tienen forma de mariposa. Pueden estar mal colocados o demasiado separados produciendo una punta bífida o pueden ser demasiado grandes ocasionado una punta globulosa. La base de la nariz es la zona más inferior de la nariz, que linda lateralmente con las mejillas: puede ser demasiado ancha (es posible efectuar una reducción de las narinas, a través de dos pequeñas incisiones en la piel de la base de la nariz) o puede ser demasiado estrecha.
La rinoplastia (cirugía de nariz) puede efectuarse con anestesia general o con anestesia local más sedación, y puede requerir el ingreso en la clínica durante unas horas o un día. Es una intervención que no es, en general, dolorosa, aunque frecuentemente aparezcan moretones e hinchazón en la zona de alrededor de los ojos, durante unos pocos días. A menudo se efectúa un taponamiento de la nariz, durante unas horas o unos días, que pueden incomodar al paciente y hacer que tenga que respirar temporalmente por la boca. Normalmente se aplica una férula o vendaje rígido de plástico moldeable o de yeso, que es retirado a la semana, para prevenir que la hinchazón modifique el resultado, y debe tenerse en cuenta que, una vez se retire el apósito, la nariz aún estará ligeramente hinchada y deberá ser necesario esperar algún tiempo, que puede variar de paciente a paciente, para contemplar el resultado definitivo.


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